jueves, 4 de marzo de 2010














Inés Arredondo desde la mirada de Carlos Montemayor

Carlos Montemayor, en un homenaje a Inés Arredondo cuyo texto fue publicado en Sábado, comenta:

En menos de un siglo de ejercicio literario, las autoras de nuestro país han logrado obras profundas, memorables. Entre ellas, Inés Arredondo es la escritora más notable, la escritora clásica de nuestro siglo, la excelencia de esa renovación de nuestras letras. (…) con dos libros de relatos, La señal y Río subterráneo, se asemeja más a otro clásico de dos obras, Juan Rulfo, y como él, Inés Arredondo ha logrado convertirse en la piedra miliar de la creación narrativa en México. Profunda, compleja, desgarrada, en su estilo persuasivamente llano, natural, es la más grande escritora de nuestros días.

Ha enriquecido la literatura mexicana por el descubrimiento del mundo interior humano, y especialmente, por el silencio latente en la interioridad de la mujer. En sus relatos, apoyados sobre todo en una cadencia de prosa casi poética, dúctil, todo ocurre en el interior de un personaje; el mundo está ocupado por el alma humana, el mundo habita en el alma humana, más que los seres humanos en el mundo. (…) escuchamos fluir el interior humano, lo escuchamos hablar, comprender, revelar un inmensurable mundo. Escuchamos a todos sus personajes, especialmente mujeres, aspirar al silencio, a no confesar, y en ese silencio, sin embargo, aspirar también a comunicarse con todo (…) Inés Arredondo ha entrado así en este mundo, para darnos lo que en oscuro permanece, lo que con nuestro silencio se une, lo que con nuestro interior se corresponde.[1]



[1] Carlos Montemayor, “Homenaje a Inés Arredondo”, Sábado, p. 4. Palabras leídas por el autor en el teatro Bernardo de Balbuena, de Culiacán, Sinaloa, ante la presencia de Inés Arredondo, el 22 de marzo de 1987, durante el homenaje que rindió a ella el Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud.

No hay comentarios: